Odorología Forense, la huella del olor
Campus CIIP Informa – División de Gerencia y Servicios Generales.
En Criminalística, y a lo largo de la historia, se han desarrollado diversas técnicas forenses, con mejor o peor acierto, con el objetivo de proceder a la identificación, como paso previo a la reconstrucción del escenario del crimen, y con la finalidad de atribuir cierto grado de responsabilidad acerca de la comisión de delitos.
La Odorología es la técnica forense, que desarrolla la aplicación de determinados medios y procedimientos para el análisis de los olores, y tiene por objeto establecer la pertenencia de ciertos vestigios en relación a la fuente de olor.
Principio de intercambio de indicios.
Este principio, en Criminalística, nos indica que al contacto del sujeto con el medio que lo rodea siempre existen unos intercambios de indicios y/o evidencias, entre el autor, la víctima y el lugar de los hechos o en su caso entre el autor y el lugar de los hechos, por lo tanto, toda persona al estar en un sitio, o entrar en contacto con algún objeto, dejara, además de otras huellas latentes, su olor, que es característico y único.
Origen de la Odorología Forense.
Según diversos expertos, el primer laboratorio de Odorología fue fundado en la ex – Unión Soviética en el año 1976, por el profesor Abram Ilich Winberg. Un grupo de especialistas de diferentes disciplinas desarrollaron la metodología necesaria para coleccionar y conservar los olores que pudieran aparecen en el escenario del crimen, creando un archivo de huellas e impresiones olorosas; también procedieron a crear las instalaciones adaptadas para el entrenamiento y adiestramiento de perros, siendo los canes perfectos colaboradores con el hombre en esta tarea científica. A principios de 1991 se llevaron a cabo las primeras pruebas que demostraban la eficacia de esta técnica forense.
La huella de olor en el ser humano.
la huella de olor, en el ser humano, se origina por la gran cantidad de sustancias volátiles formadas en el proceso de respiración y en la secreción de las glándulas epidérmicas. El olor de una persona se compone de diversos productos de fermentación de la piel, por acción de la flora bacteriana presente sobre ella, siendo este el caso de los ácidos grasos volátiles, aminoácidos y otras sustancias de excreción y secreción que se forman por la propia actividad metabólica del individuo. A esto se unen otros olores que provienen de la alimentación, cosméticos, medicamentos y del entorno donde la persona habita; esta mezcla de sustancias forma un olor, que a juicio de los expertos, es único e irrepetible en cada persona.
Técnica para la obtención de la huella de olor.
Este proceso esta precedido de una inspección ocular que permite establecer que elementos pudieron ser objeto de contacto por el sospechoso. Una de las técnicas consiste en que las huellas olorosas se extraen del escenario del crimen con ayuda de paños absorbentes de olores, que son colocados directamente sobre los objetos, paredes, techos, suelos, etc., sobre los cuales el sospechoso del delito-fuente de olor tuvo contactos. Para evitar contaminaciones, las impresiones de las huellas olorosas de los sospechosos son analizadas por especialistas que no hayan tenido que ver con el trabajo de extracción de las huellas olorosas del escenario del crimen.
El olfato canino y el olfato humano.
El olfato de los perros esta mas desarrollado que el del ser humano, se estima que los perros tienen aproximadamente 50 veces más receptores olfativos en la nariz, en el humano hay aproximadamente 5 millones de células olfativas frente a 200 – 300 millones presentes en la nariz del perro. Además, el área cerebral dedicada al olfato es 40 veces mayor en los cánidos. Ambos hechos harían disfrutar a los perros de un olfato entre 10 mil y 100 mil veces más potente que el de un hombre.
Según los expertos «Otra característica que contribuye al mejor olfato de los perros es que en su nariz el aire inhalado y exhalado no se mezcla. Los humanos, al igual que los perros, pueden inhalar y exhalar a través de la nariz. La diferencia está en que en la nariz del hombre ambas corrientes se mezclan y como consecuencia el olfato es mucho menos nítido al mezclarse también las moléculas responsables del olor. En el perro el aire inhalado y exhalado no se mezclan pudiéndose identificar de forma mucho más clara las diferentes moléculas responsables de los olores que vienen en el aire inhalado».
La nariz electrónica como avance científico.
Una nariz electrónica es un dispositivo equipado con uno o varios sensores y provisto de un software para reconocer la secuencia de las señales de los sensores, siendo capaz de reconocer y comparar olores individuales o complejos, obteniendo lo que se denomina la “huella del olor”.
Generalmente, la nariz electrónica está compuesta por tres partes principales: el sistema detector compuesto por la cámara de medida con los sensores, el sistema de exposición al aroma desde la muestra a analizar hasta los sensores, y el sistema electrónico que extrae los parámetros fundamentales de la señal proveniente del sensor, para que puedan ser posteriormente tratados.
La huella de olor en la actualidad.
Esta técnica forense, de reciente estudio y creación, se inició durante la segunda mitad del pasado siglo XX en distintos países de orientación socialista, y se empezó contando con la colaboración de perros entrenados al efecto; ya en los años ochenta, se continuó aplicando el principio de la misma técnica pero contando, además de con los canes, con la llamada «nariz electrónica». En la actualidad la huella de olor se aplica como una ciencia forense más, con cierto éxito, dependiendo de la normativa legal de aplicación en cada país.
2015 /11/ 09 Fuente: A. Alocén -Campus CIIP
En Criminalística, y a lo largo de la historia, se han desarrollado diversas técnicas forenses, con mejor o peor acierto, con el objetivo de proceder a la identificación, como paso previo a la reconstrucción del escenario del crimen, y con la finalidad de atribuir cierto grado de responsabilidad acerca de la comisión de delitos.
La Odorología es la técnica forense, que desarrolla la aplicación de determinados medios y procedimientos para el análisis de los olores, y tiene por objeto establecer la pertenencia de ciertos vestigios en relación a la fuente de olor.
Principio de intercambio de indicios.
Este principio, en Criminalística, nos indica que al contacto del sujeto con el medio que lo rodea siempre existen unos intercambios de indicios y/o evidencias, entre el autor, la víctima y el lugar de los hechos o en su caso entre el autor y el lugar de los hechos, por lo tanto, toda persona al estar en un sitio, o entrar en contacto con algún objeto, dejara, además de otras huellas latentes, su olor, que es característico y único.
Origen de la Odorología Forense.
Según diversos expertos, el primer laboratorio de Odorología fue fundado en la ex – Unión Soviética en el año 1976, por el profesor Abram Ilich Winberg. Un grupo de especialistas de diferentes disciplinas desarrollaron la metodología necesaria para coleccionar y conservar los olores que pudieran aparecen en el escenario del crimen, creando un archivo de huellas e impresiones olorosas; también procedieron a crear las instalaciones adaptadas para el entrenamiento y adiestramiento de perros, siendo los canes perfectos colaboradores con el hombre en esta tarea científica. A principios de 1991 se llevaron a cabo las primeras pruebas que demostraban la eficacia de esta técnica forense.
La huella de olor en el ser humano.
la huella de olor, en el ser humano, se origina por la gran cantidad de sustancias volátiles formadas en el proceso de respiración y en la secreción de las glándulas epidérmicas. El olor de una persona se compone de diversos productos de fermentación de la piel, por acción de la flora bacteriana presente sobre ella, siendo este el caso de los ácidos grasos volátiles, aminoácidos y otras sustancias de excreción y secreción que se forman por la propia actividad metabólica del individuo. A esto se unen otros olores que provienen de la alimentación, cosméticos, medicamentos y del entorno donde la persona habita; esta mezcla de sustancias forma un olor, que a juicio de los expertos, es único e irrepetible en cada persona.
Técnica para la obtención de la huella de olor.
Este proceso esta precedido de una inspección ocular que permite establecer que elementos pudieron ser objeto de contacto por el sospechoso. Una de las técnicas consiste en que las huellas olorosas se extraen del escenario del crimen con ayuda de paños absorbentes de olores, que son colocados directamente sobre los objetos, paredes, techos, suelos, etc., sobre los cuales el sospechoso del delito-fuente de olor tuvo contactos. Para evitar contaminaciones, las impresiones de las huellas olorosas de los sospechosos son analizadas por especialistas que no hayan tenido que ver con el trabajo de extracción de las huellas olorosas del escenario del crimen.
El olfato canino y el olfato humano.
El olfato de los perros esta mas desarrollado que el del ser humano, se estima que los perros tienen aproximadamente 50 veces más receptores olfativos en la nariz, en el humano hay aproximadamente 5 millones de células olfativas frente a 200 – 300 millones presentes en la nariz del perro. Además, el área cerebral dedicada al olfato es 40 veces mayor en los cánidos. Ambos hechos harían disfrutar a los perros de un olfato entre 10 mil y 100 mil veces más potente que el de un hombre.
Según los expertos «Otra característica que contribuye al mejor olfato de los perros es que en su nariz el aire inhalado y exhalado no se mezcla. Los humanos, al igual que los perros, pueden inhalar y exhalar a través de la nariz. La diferencia está en que en la nariz del hombre ambas corrientes se mezclan y como consecuencia el olfato es mucho menos nítido al mezclarse también las moléculas responsables del olor. En el perro el aire inhalado y exhalado no se mezclan pudiéndose identificar de forma mucho más clara las diferentes moléculas responsables de los olores que vienen en el aire inhalado».
La nariz electrónica como avance científico.
Una nariz electrónica es un dispositivo equipado con uno o varios sensores y provisto de un software para reconocer la secuencia de las señales de los sensores, siendo capaz de reconocer y comparar olores individuales o complejos, obteniendo lo que se denomina la “huella del olor”.
Generalmente, la nariz electrónica está compuesta por tres partes principales: el sistema detector compuesto por la cámara de medida con los sensores, el sistema de exposición al aroma desde la muestra a analizar hasta los sensores, y el sistema electrónico que extrae los parámetros fundamentales de la señal proveniente del sensor, para que puedan ser posteriormente tratados.
La huella de olor en la actualidad.
Esta técnica forense, de reciente estudio y creación, se inició durante la segunda mitad del pasado siglo XX en distintos países de orientación socialista, y se empezó contando con la colaboración de perros entrenados al efecto; ya en los años ochenta, se continuó aplicando el principio de la misma técnica pero contando, además de con los canes, con la llamada «nariz electrónica». En la actualidad la huella de olor se aplica como una ciencia forense más, con cierto éxito, dependiendo de la normativa legal de aplicación en cada país.
2015 /11/ 09 Fuente: A. Alocén -Campus CIIP