Escopolamina (Burundanga), un alcaloide tropánico muy tóxico
Se conoce como burundanga a la escopolamina, un alcaloide tropánico muy tóxico, se extrae de una planta de aspecto ornamental, su flor es acampanada y proviene de centro América.
Su utilización médica, en su dosis adecuada sirve para prevenir náuseas y vómitos en personas que se marean en medios de locomoción; la NASA utiliza escopolamina para que los astronautas no se mareen.
Por su acción sedante se usa como analgésico local, antiespasmódico y anti parkinsoniano, así como en exámenes de fondo de ojo para dilatar la pupila. Se administraba junto a la morfina y cloroformo como analgésico en los partos, dejó de utilizarse por la casual tasa excesiva de mortalidad infantil.
De la burundanga se habla desde hace una década en España por ser utilizada para cometer delitos sexuales y robos.
Es una droga insípida, incolora e inodora, de acción rápida y efectiva a bajas dosis; puede ser administrada a través de la comida e incluso inhalándose en un cigarrillo o pañuelo contaminado. Si se mezcla con bebida alcohólica, el efecto depresor aumenta, la droga se absorbe y tiene una reacción inmediata, la voluntad de la víctima queda anulada completamente.
Hay que tomar todas las medidas de autoprotección posibles; no aceptar bebidas de desconocidos, no dejar nuestro vaso en la mesa o barra sin vigilar, no aceptar demostraciones como pueden ser perfumes, cigarrillos, caramelos, etc. que no sean en tienda o centro comercial.
El departamento toxicológico de USA, habla de cifras no oficiales de 50.000 casos anuales. Colombia la califica como una de las drogas más peligrosas del mundo.
El máximo efecto se produce en las tres primeras horas, la víctima aparentemente no parece drogada, por lo que es difícil que las personas de su alrededor se den cuenta, es como si la víctima quedase hipnotizada.
El cerebro responde a lo que se le ordena y lo más preocupante es que al provocar amnesia no recuerda por completo lo que ocurrió.
En sangre desaparece en menos de 6 horas, en orina en 12, por lo tanto, es importante acudir lo antes posible a un centro de salud, así lo aconseja el Instituto de Toxicología, ya que la tardanza impide la adecuada recogida de muestras.
Puede dejar secuelas como la depresión, paranoia y problemas emocionales; los afectados a veces necesitan ayuda psiquiátrica.
En dosis altas produce convulsiones, fallo respiratorio y también la muerte.
Dª. Eva Arias Navarro.
Criminóloga, Secretaria General Campus CIIP.